Tras haberse inaugurado ya las esculturas dedicadas al capítulo I, ‘Platero’, y al capítulo XXIX, ‘Idilio de Abril’, se ha presentado la nueva pieza, una deliciosa composición inspirada en el capítulo XLII que lleva por título ‘El Niño y el Agua’. Se trata de un trabajo en bronce realizado por el artista extremeño afincado en Málaga, Francisco Martín Molina, que representa al niño protagonista del delicioso capítulo en el que Juan Ramón nos describe con su incomparable pluma el modo en el que un chiquillo del Moguer de la época queda absorto ante el agua que fluye de una fuente.
La obra, además de sus innegables valores artísticos, se ha diseñado también como una fuente pública de agua potable, lo que la dota sin duda de un valor añadido.

